miércoles, 26 de junio de 2013

El fenómeno Al-Assir frente al temor sunita


El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, programó tres sesiones legislativas consecutivas para la próxima semana, destinadas a estudiar y aprobar los 50 proyectos de ley, incluidos en la agenda parlamentaria. Berri, que habló durante su reunión semanal con los parlamentarios, señaló que estaba considerando la posibilidad de modificar la composición de la comisión encargada de buscar una nueva ley electoral, para la que incluiría tanto a legisladores como a ministros; el funcionario chiita también dijo que el período de cada vez más "delicado" por el que pasaba el país exige la formación de un gobierno lo más pronto posible.

La representante de RREE de la UE, Catherine Ashton, dijo que "Unión Europea reitera su compromiso con la paz en Líbano, la unidad, la soberanía y la independencia. La UE apoya firmemente todas las instituciones nacionales en sus esfuerzos por preservar la paz y la seguridad", e instó a todas las partes a mostrar moderación y respetar plenamente los compromisos asumidos en la Declaración de Baabda”.

El Movimiento del Futuro y la Coalición 14 de Marzo sostienen que el arsenal de Hezbollah proporciona una excusa para que muchos tomen las armas y formen grupos paramilitares. El ex PM Fouad Siniora, dijo que el ejército no puede tomar el control de del complejo en Abra y aplastar a los actos criminales de Asir para luego permanecer en silencio respecto a los apartamentos en el suburbio de propiedad de Hezbollah; Siniora puntualizó que los libaneses esperan que el Ejército trate a todos por igual y esperan que la ley se aplique a todos por igual.

El "fenómeno Al-Asir” surgió del deseo sunitas para hacerle frente a lo que ellos consideran es la intimidación chiita de Hezbollah, agravada por el hecho que su líder natural el ex PM Saad Hariri ha estado fuera del país por más de dos años debido a razones de seguridad. En medio esta ausencia, la influencia de los grupos religiosos sunitas que defienden el principio que "las armas sólo deben ser enfrentados por las armas" creció y los discursos de Al-Asir fueron bien recibidos por muchos sunitas y de hecho, el Movimiento Futuro fue culpado desde su base por no apoyar Al-Asir.

En las últimas semanas, los medios de comunicación han dado pasos acelerados para caracterizar Al-Asir y su grupo como diabólico, incluso acusándolos de terrorismo. En el marco de esta campaña, un video fue transmitido en el que aparece Al-Asir acusando a los cristianos de apostasía. Tras varias advertencias emitidas por el Comando del Ejército libanés, Al-Asir no detuvo sus movimientos y esto llevó a un enfrentamiento en un retén del ejército en Abra; la operación militar que siguió obtuvo el apoyo del Movimiento del Futuro, de la Coalición 14 de Marzo y todos los libaneses, a pesar de la división de las armas de Hezbollah y su papel en el Líbano y Siria.
En esta oportunidad, la toma del complejo en Abra fue relativamente sencilla –a pesar de las decenas de muertos- ya que Al-Asir tenía un total de 600 combatientes, pero la mayoría eran simplemente aficionados que obtuvieron las armas y que no participaron en enfrentamientos previos. Las autoridades de seguridad libanesas se están inclinando a no arrestarlos bajo el argumento que son víctimas de la retórica encendida de Al-Asir. Eso puede ser suficiente para convencerlos de abandonar el extremismo y volver a sus vidas normales.

Al-Asir peleó contra Hezbollah y el Estado, por lo que tenía pocas posibilidades de ganar. Sidón es un paso estratégico para Hezbollah, que une los barrios del sur predominantemente chiitas de Beirut con la fortaleza del partido en el sur del país. Las amenazas de Al-Asir de a cerrar la ruta se hizo intolerable para Hezbollah, más aun cuando el clérigo sunita podría haberse beneficiado de la asistencia de los grupos salafistas del campo de refugiados palestinos Ain Al Hilweh. La fuga de Al-Asir puede calmar momentáneamente las tensiones sectarias en Sidón, ya que los grupos salafistas que salieron a las calles en apoyo del clérigo sunita, lo hicieron de manera desorganizada y fueron fácilmente contenidos.

Lo cierto es que la situación de la seguridad en Líbano se está deteriorando rápidamente, especialmente luego de los enfrentamientos entre salafistas y soldados libaneses, ya que estos ataques están socavando la estabilidad política interna. Adicionalmente los combates marcan peligroso giro dentro de la dinámica política libanesa ya que ahora el Ejército está tomando parte en los duelos sectarios y ello profundizará las fracturas derivadas de las tensiones religiosas.

Este panorama se complica debido a la falta de un liderazgo estatal, que imparta directivas claras y sean acatadas por todas las partes involucradas; por otro lado, el papel político de Hezbollah -como un actor y parte del gobierno libanés- es una realidad y será inevitable que algunos sectores sunitas dejen de confiar en el gobierno central, debilitando la figura del Estado. El líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, ha invitado recientemente a los que se oponían al partido a luchar contra ellos en Siria, no en el Líbano. Muchos enemigos del partido chiita tomarán su oferta.


martes, 25 de junio de 2013

El Ejército libanés (y Hezbollah) controla Sidón


El gobierno libanés trata de asegurar el país después que los hechos más violentos, desde el inicio del conflicto sirio, empujaron a las milicias de Líbano a enfrentamientos sectarios; en la ciudad de Sidón los tiroteos entre el ejército y grupos radicales sunitas se extendieron después que soldados libaneses atacaron un complejo armado del clérigo islamista radical, Ahmad Al-Asir, y se detuvo a decenas de sus seguidores. El Ejército dijo que 12 soldados murieron en la operación contra el complejo de la mezquita de Al-Asir, pero un médico dijo que 22 cuerpos habían sido retirados del complejo; al menos cuatro tanques y varios vehículos militares en el lugar fueron incendiados y densas columnas de humos se levantaban sobre el lugar.

Los soldados tomaron el control de la mezquita de Bilal bin Rabah y el complejo que lo rodea en Abra, un suburbio de Sidón, poco después que Al-Asir huyó del local con rumbo desconocido; algunos reportes de prensa dijeron el líder religioso se fugó al campo de refugiados palestinos cerca de Ain Al-Hilweh. De acuerdo con las órdenes de detención emitidas por el Fiscal Militar de Líbano, contra Al-Asir y 123 de sus seguidores, Inteligencia del Ejército y otras agencias de seguridad están haciendo todos los esfuerzos posibles para localizar al clérigo sunita; entre los buscados se encuentra el ex cantante Fadl Shaker, quien renunció a su carrera para seguir al polémico sheik y supuestamente mató a dos soldados.

La batalla Sidón estalló la tarde del domingo poco después de que los partidarios militantes del jeque atacaron un puesto de control militar en Abra, con granadas propulsadas por cohetes, matando a tres soldados. Una fuente de seguridad dijo que las tropas no recuperaron los cuerpos de algunos combatientes muertos porque yacían boca abajo, lo que posiblemente indica que los cadáveres están conectados a explosivos, plantados por los partidarios de Al-Asir antes de abandonar el escenario de los combates. Ese mismo método se utilizó en la guerra de 2007, entre el Ejército libanés y Fatah Al-Islam, en el campamento de refugiados palestinos del norte de Nahr Al-Bared.

El Ejército dijo que sus soldados fueron atacados sin provocación y se comprometieron, en una declaración, a "golpear con puño hierro, por primera vez, contra cualquiera que se atreva a derramar la sangre del Ejército"; también trascendió que las operaciones militares en Sidón continuarán hasta que "la seguridad sea completamente restaurada en la ciudad y su entorno”. Sidón se ha convertido en una "zona de guerra", según un comunicado del municipio, y precisó que "la situación es trágica. No hay agua ni electricidad. El miedo está gobernando en las calles y los barrios".

Por informes de noviembre de 2013, se sabía que Al-Asir estaba formando un ala militar después que dos de sus guardaespaldas murieron en un tiroteo con elementos de Hezbollah y llamó a sus seguidores a tomar las armas contra el partido chiita. Desde entonces, cada vez que salía por los medios se mostraba armado al mismo tiempo que sostenía que esas armas solo debían ser manejadas por el Estado. En un vídeo publicado en YouTube el pasado domingo, Al-Asir señalaba su oposición al ejército libanés y denunciaba "A todos nuestros partidarios, estamos siendo atacados por el ejército, que es iraní y chiita. Hago un llamamiento a todos los partidarios de bloquear las carreteras y todo sunita honorable y no sunita a que abandone el ejército".

En medio de detalles poco claros del incidente de Abra, surgen tres preguntas: en primer lugar, ¿los insurgentes sunitas salafistas se trasladarán a otras zonas del Líbano, en Beirut, Trípoli o central Bekaa en apoyo de Asir?; segundo, ¿Cuál será la posición de los militantes palestinos en los campamentos de refugiados cercanos a Sidón?; y finalmente, ¿El ejército libanés será capaz de tomar una acción decisiva contra Al-Asir en Sidón, o la presente batalla es un nuevo capítulo en la lucha por desmantelar al Estado libanés?

Muchos sunitas libaneses sienten que perdieron su voz, ya que el PM Saad Hariri está en extranjero y ahora Al-Asir está terminado; subyace la idea que habrá una guerra regional, si Bashar Al-Assad cae en Siria, de la misma manera que los rebeldes sirios irán a Líbano para hostigar a Hezbollah. A los temores ya citados de los sunitas, ahora se debe agregar que los combates de Sidón terminaron luego de la cooperación abierta entre el Ejército y Hezbollah; el Ejército libanés es visto como un árbitro neutral entre las sectas religiosas, pero después de sufrir fuertes bajas en el primer día de los combates, el Ejército no tuvo más remedio que aceptar una afluencia masiva de combatientes altamente entrenados y bien equipados de Hezbollah que doblegaron a los radicales sunitas de Al-Asir.


jueves, 20 de junio de 2013

Hezbollah se vuelve un partido regional



En el sur de Damasco, los barrios de Al-Hajar al-Aswad y Qadam fueron escenario de fuertes enfrentamientos con el bombardeo que obligó al cierre de la carretera que conduce al campamento de refugiados palestinos de Yarmuk. Los combates, que comenzaron ayer en el barrio noreste de Qabun, seguían luego que el ejército sirio trató de asaltar el distrito, disparando proyectiles de mortero y artillería pesada.

Combatientes de Hezbollah se unieron a las fuerzas sirias en la lucha contra los rebeldes en un suburbio de Damasco, hogar del santuario musulmán chiita Sayeda Zeinab, en un intento por asegurar el área alrededor de la mezquita; la protección del santuario se ha convertido en un grito de guerra para los combatientes chiitas apoyan al presidente sirio, Bashar Al-Assad, mientras cada parte sube las apuestas en un conflicto que cada vez es una lucha sectaria. Los combates en la zona sur de Damasco forman parte de una amplia ofensiva militar de las fuerzas de Al-Assad para recuperar los suburbios en poder de los rebeldes y las áreas en corazón estratégico del país.

Hossein Amir Abdollahian, viceministro iraní de Asuntos Exteriores Árabes, dijo que hay pasos y fatwas de clérigos –como Youssef Al-Qaradawi, quien llamó a una yihad en Siria- que aumentan y estimulan la apostasía y el radicalismo en la región. Abdollahian, quien se reunió con el Sheik Sabah Al-Khaled Al-Sabah, ministro de Relaciones Exteriores de Kuwait, negó que Irán esté dando ayuda militar al ejército sirio y precisó que Hezbollah ha participado sólo para proteger la frontera sirio-libanesa y a los libaneses que viven en Siria.

El ascenso de Hezbollah al poder ha sido impulsado por el pragmatismo de sus líderes y su capacidad para crear una estrategia de acuerdo a las limitaciones de su entorno. Durante las negociaciones para ponerle fin a la guerra civil de Líbano en 1989, el liderazgo de Hezbollah debatió internamente si perseguir un Estado islamizado o expandir su importancia dentro del sistema político democrático libanés. Se optó por la segunda opción y desde entonces, el partido "Lealtad a la Resistencia" de Hezbollah, se ha convertido en el principal poder en Líbano mientras que también sirve para legitimar el ejército privado del grupo.

La decisión de Hezbollah de intervenir en Siria es el resultado de otra nueva valoración de la fuerza, por parte de sus líderes locales y en Teherán. Dos semanas después de la caída de Qusayr, Hezbollah sigue desafiando a la comunidad internacional, la Liga Árabe y a sus propias promesas pasadas de neutralidad mientras se sumerge más en el conflicto sirio. En un discurso la semana pasada, el Secretario General de Hezbollah, Hassan Nasrallah, reafirmó la dedicación del grupo a Bashar Al-Assad y prometió que "para derrotar esta muy peligrosa conspiración contra Siria vamos a tener sacrificios y asumiremos todas las consecuencias."

Abou Ali, funcionario del grupo chiita, sostiene que Hezbollah ahora es un partido regional. Según Ali, la guerra en Siria es un ataque preventivo contra un enemigo que se va a exportar el conflicto sirio a Líbano, y Hezbollah no va a permitir que sus intereses militares y estratégicos sean amenazados sin responder. Ali señaló que la mayoría de los militantes que conoció eran combatientes extranjeros: europeos, árabes del Golfo, chechenos, jordanos e incluso filipinos del movimiento Abu Sayyaf mientras que los sirios sólo desempeñan un papel de apoyo y secundario en la rebelión excepto los que lucharon en Irak o Libia-; los árabes del Golfo también son respetados por los rebeldes ya que suelen ser ricos y pueden ofrecer una cierta ayuda financiera a las brigadas mientras que los jordanos y los somalíes son los que participan la mayoría de los atentados suicidas.

El presidente de Líbano, Michel Sleiman, en comentarios publicados hoy por As-Safir hizo su segundo advertencia como jefe de Estado, sobre la creciente participación del grupo de resistencia en el conflicto sirio, "Si ellos participan en el norte de Siria, en la batalla Allepo, vez más serán asesinados en las filas del partido, entonces esto va a llevar a una mayor tensión. Qusayr debe ser final y Hezbollah tiene que volver a casa". Sleiman insistió en que su postura está destinada a la protección del grupo y reconoció su valor en la defensa de la resistencia.

Sin duda, la audaz opción de Hezbollah está en contraste con la débil respuesta de los aliados de la oposición-rebeldes sirios. Sin una mejora significativa de la capacidad de los rebeldes -con propios recursos desde el exterior- la movida de Nasrallah podría ser decisiva para el resultado de la guerra civil siria. El compromiso de Hezbollah, en particular, va a cambiar la ecuación regional del equilibrio entre los sunitas y chiitas inclinando peligrosamente la balanza.





miércoles, 19 de junio de 2013

Partidos sunitas libaneses advierten del peligro de participación de Hezbollah en Siria


Una delegación de 57 legisladores de la Coalición 14 de Marzo -encabezados por el ex Primer Ministro Fouad Siniora- visitó al presidente, Michel Sleiman, para entregarle una nota donde se advierte de las consecuencias de la intensa participación de Hezbollah en la guerra civil siria y la frágil seguridad de Líbano; en ese memorándum, la Coalición también pidió la formación de un gobierno "neutral" para evitar el colapso del Estado y de la deriva del país hacia el abismo. La nota añade que la lucha de Hezbollah en Siria, junto a las tropas del gobierno contra los rebeldes sirios, constituye "una violación de la Constitución, la ley y la soberanía del Estado libanés, además de violar los acuerdos árabes e internacionales".

En misma carta, la Coalición del 14 de Marzo también solicitó un despliegue de Fuerzas de Paz de ONU a lo largo de la frontera con Siria, para evitar el desborde de la violencia de la guerra civil. La Coalición 14 de Marzo, que agrupa a cristianos y a la mayoría de los partidos políticos sunitas se oponen a Al-Assad y a la política del Estado libanés hacia la guerra en Siria.

Cuatro cohetes lanzados desde territorio sirio golpearon un área entre las aldeas libanesas de Nabishit y Sarain -en la zona de Sarine en el valle de la Bekaa- un bastión de Hezbollah; el ataque se produjo horas después que un helicóptero de combate sirio disparó cohetes contra Arsal, los disparos se produjeron a pesar que el Ejército libanés dijo que las tropas tomaron las medidas defensivas necesarias para responder inmediatamente a cualquier violación del territorio. El presidente Sleiman calificó al ataque como "una violación de la soberanía de Líbano" y dijo que Beirut tiene el derecho de tomar medidas para defenderse y para "presentar una queja" ante la ONU y la Liga Árabe.

La revolución siria activó a Trípoli, que siempre fue una ciudad conservadora, y transformó al barrio de Bab al-Tabbaneh en una zona de seguridad para los grupos rebeldes sirios, como Jabhat al-Nusra y el Ejército Libre Sirio (ELS), que operan en la frontera; rodeados por una población de 200.000 habitantes en su mayoría sunitas, en la parte inferior de la colina, los residentes predominantemente alawitas de Jabal Mohsen han formado batallones que reúnen a 5000 efectivos listos para combatir.

En el sur del país, Sidón fue sacudido por enfrentamientos entre partidarios del jeque salafista Ahmad Asir y el grupo pro-Hezbollah “Brigadas de Resistencia”, que dejó al menos un muerto y forzó al Ejército libanés al despliegue de unos 400 soldados apoyados por 20 vehículos blindados, en Abra -un suburbio del Este de Sidón-; posteriormente el Ejército emitió un comunicado donde se indicó que la situación era de y que tropas completaron su despliegue en los barrios de la ciudad que fueron escenario de combates.

Ambas ciudades libanesas comparten brotes de violencia derivados de la guerra civil siria, pero que además tienen un fuerte componente étnico-religioso similar al experimentado durante la guerra civil libanesa de 1975-89. El ministro interino libanés de Asuntos Sociales, Wael Abu Faour, dijo que las fuerzas del presidente sirio, Bashar Al-Assad han comenzado la limpieza étnica de los sunitas y empujan deliberadamente a los refugiados a través de la frontera hacia Líbano; este cometario lo hizo tras reunirse con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Antonio Guterres.

Por eso no es exagerado cuando la Coalición 14 de Marzo-el principal partido sunita del Líbano- le rogó al presidente Sleiman que evitar el "colapso del Estado", culpando al chiita Hezbollah de arrastrar al país a la guerra en la vecina Siria. Además, como señaló Siniora, el enorme arsenal de armas suministradas por Siria e Irán a Hezbollah ha hecho del grupo una entidad "más fuerte que el Estado.”

Cuando Hezbollah se dio a conocer al público libanés en 1985 con su ahora famosa carta abierta, en su declaración introductoria decía que "No somos capaces en la actualidad de la instalación del gobierno del Islam, pero esto no significa posponer nuestra ideología y proyecto. Tenemos que trabajar duro para lograr nuestro objetivo, y el medio más importante de hacerlo es transformar a Líbano en una sociedad de guerra”; la estrategia de Hezbollah para convertir a Líbano en un Estado islámico depende de la marginación de la población sunita de la conducción del país.

Aunque el acuerdo de Taif de 1989 se aseguró de que los chiitas pro-sirios y los cristianos maronitas controlarían política, la seguridad del país, y el aparato judicial, el regreso a Líbano del sunita Rafik Hariri alteró el equilibrio político de Hezbollah. Como partido político totalitario, Hezbollah no puede sobrevivir sin un componente militar y no aceptará nada menos que el control total del sistema político libanés. El problema de Hezbollah, es su incapacidad inherente para transformarse en una verdadera fuerza política doméstica debido al temor que su legitimidad -ser iguales a los grupos políticos ordinarios- implica aceptar las normas básicas y esto, a su vez, significa que Hezbollah no ha abandonado su objetivo de crear un Estado islámico en Líbano.



jueves, 13 de junio de 2013

Los problemas derivados de los refugiados sirios


A mediados de marzo, el Secretario General Adjunto de Hezbollah, Naim Qassem, dijo que su partido no aceptaba el establecimiento de campos de refugiados sirios en Líbano ya que “que tales campos se convertirán en una isla militar contra Siria y luego Líbano". En otras palabras, Hezbollah no quiere que una situación similar a la de la década de 1970, cuando los grupos guerrilleros palestinos establecieron bases -que no deben confundirse con los campos de refugiados palestinos- en el sur del país y partes de la Bekaa para lanzar ataques contra Israel desde Líbano.

Sin embargo, trabajadores humanitarios señalan que el establecimiento de campamentos es inevitable, y aunque Hezbollah se ha negado rotundamente a aceptar el establecimiento de campamentos -principalmente por temor a los sunitas refugiados anti-Assad- ya que pasarán un largo plazo en suelo libanés, el creciente número de refugiados sirios no deja otras alternativas.

Este mismo mes, Ninette Kelley, jefa de misión local del ACNUR, insistió que no la construcción de campos de refugiados era la estrategia correcta y argumentó Líbano era "un modelo para tratar con los refugiados"; pero ese enfoque está a punto de ser abandonado exponiendo a la ONU a las críticas sobre la subestimación de la escala y la naturaleza de la crisis y el agravamiento del sufrimiento de los refugiados sirios.

Pero ahora ACNUR espera levantar rápidamente dos campos en la zona de la Bekaa –bajo control de Hezbollah- en las ciudades de Joub Janine y Znoub Tall, para llegar finalmente a unos 12 campamentos capaces de recibir a 100.000 refugiados cada uno, de acuerdo con los documentos de la ONU y sesiones de información de los funcionarios de los organismos de asistencia del ACNUR en Beirut, esto haría que Líbano se ponga en línea con la estrategia de la ONU –junto a los campamentos en Jordania y Turquía-. En las zonas chiitas, la llegada de los sunitas sirios es recibida con inquietud y los propios trabajadores humanitarios reconocen que pronto se empezará a ver la violencia entre las comunidades de acogida y los refugiados.

El 10 de junio, un grupo de mujeres y niños impidió el paso de un convoy de la Cruz Roja que lleva un grupo de sirios heridos de Arsal en el norte del Líbano. Según la Agencia de Información Nacional, el grupo bloqueó la ruta en protesta por el secuestro de un civil en un caso no del todo claro; pero los manifestantes no dejaron pasar la caravana con los heridos sirios y el convoy terminó tomando una ruta más larga a través de Hermel, Baalbek, Aynata, bajo la protección del Ejército libanés y la Cruz Roja Internacional.

Nuevas cifras de ONU muestran que el número de refugiados sirios en Líbano ha alcanzado los 500.000 -en un país con una población de poco más de 4 millones- sin embargo hay problemas mayores. El jefe de la sub-oficina del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Bekaa, Ingolfur Palsson, explicó que "Cada mes tenemos 50.000 personas que cruzan la frontera libanesa procedente de Siria. Y cada mes estamos aumentando nuestra capacidad para satisfacer las necesidades de estas personas. Para nosotros, la comida es la más alta prioridad a estas personas en el momento. Estamos capaz de hacer frente, pero cada vez es más y más difícil”.

La embajadora de Unión Europea en Líbano, Angelina Eichhorst, dijo ayer que Líbano debe estar preparado para recibir más refugiados sirios y describió la situación humanitaria de los desplazados como "la peor desde la Segunda Guerra Mundial. La ayuda humanitaria es abundante, pero la necesidad la supera con creces y este es el problema. Estamos siendo testigos de una situación que no hemos visto desde la Segunda Guerra Mundial. Se trata de una gran crisis". Los comentarios de Eichorst fueron hechas durante una visita a las reuniones de refugiados sirios en el sur de Líbano, donde la funcionaria se reunió con los refugiados y les preguntó acerca de sus necesidades y dificultades. Solamente en Shebaa el número de los refugiados es de 40.000 y el municipio local está pagando por sus gastos, con la ayuda de donaciones.

El presidente libanés, Michel Sleiman, propuso en abril la creación de campos de refugiados dentro de Siria, bajo la protección de ONU para albergar a los miles de desplazados que huyen de la violencia; la propuesta del presidente libanés era establecer los campamentos cerca de la frontera siria con Líbano, Jordania, Turquía e Irak y de hecho le pidió a los Estados árabes y del Golfo que ayuden al Líbano para hacerle frente al creciente número de refugiados sirios. Sleiman se reunió con el Comisario General Adjunto del UNRWA, Philipo Grandy, quien le prometió al presidente libanés que iba a proponer sus ideas al Secretario General de ONU, Ban ki-Moon.

El ex Primer Ministro, Saad Hariri, acusó a Hezbollah de poner en peligro a Líbano a través de sus acciones a lo largo de los años, incluyendo el envío de combatientes a la guerra en Siria y señaló que "Hezbollah decidió unilateralmente romper todas las tradiciones, leyes y normas que rigen la vida nacional entre los libaneses y como un grupo sectario armado, no tuvo ninguna consideración en los derechos de los Estados en la adopción de decisiones fundamentales por la sensibilidad de los grupos vive entre los que constituyen por lo menos el 50% de la población libanesa."

Pero ese 50% podría cambiar en el largo plazo y ese es el mayor temor de Hezbollah sobre la cuestión de los campamentos y los refugiados sirios –especialmente sunitas- que cambiarían la demografía política libanesa. Aproximadamente unos 400.000 refugiados palestinos ya viven en campamentos en Líbano, algunos huyeron de Palestina luego del establecimiento de Israel, y ahora tendría lugar probablemente una masa igual o superior de refugiados sirios; incluso aún después que la guerra civil haya terminado, si Al-Assad se aferra al poder no regresarían a Siria.

Los chiitas se convertirían así significativamente en una segunda fuerza política, dentro de un sistema político basado en un delicado sistema sectario, perdiendo su actual capacidad de influir en la formación de los gobiernos y en las políticas de Estado.

Mientras se espera un impacto directo en la demografía, la economía libanesa ya acusa los primeros efectos. La afluencia de refugiados y el conflicto sirio están dañando la economía de Líbano: una caída de 17.5 % en la afluencia de turistas en 2012 -que se acumula a la caída del 23,7% de 2011-; disminución de las exportaciones industriales; caída de la confianza del consumidor del 37% en 2012 -tras una caída del 29 % en 2011- y una disminución de la inversión extranjera directa del 68% en 2012.



 

miércoles, 12 de junio de 2013

Ejército de Líbano advierte a Siria


Rebeldes sunitas mataron a unos 60 chiitas en la ciudad siria de Hatla -provincia de Deir al-Zor- un bastión controlado por los grupos rebeldes y donde los agentes del presidente Al-Assad habían estado tratando de reclutar combatientes para su causa; Karam Badran, un activista local, dijo que el motivo principal de la violencia no era sectario, sino que los asesinatos fuero luego de un ataque de milicianos pro-Al-Assad en un puesto de control de los rebeldes fuera de la capital provincial de Deir al-Zor, en el que varios combatientes de la oposición habían muerto y decenas fueron heridos.

En la década de 1990, algunas personas en la provincia mayoritariamente sunita, entre ellos cientos de Hatlah, convertidos al chiismo, como padre y predecesor de Assad, Hafez Al-Assad, se acercaron a Irán. Algunos vieron en los conversos una búsqueda de ventajas financieras y sociales, mientras que otros dijeron que procedían de tribus que originalmente eran chiitas y estaban regresando a sus raíces. Lo cierto es que no había "celos latentes" contra chiitas que tendían a ser más ricos, pero las tensiones también han crecido en la zona por el control de los campos petroleros.

El gobierno sirio llamó de asesinatos a las muertes de Hatlah, y puso la cifra de muertos en 30. El dato significativo es que los activistas anti-gubernamentales elevaron la cifra a 60 muertos y que la mayoría de los muertos eran combatientes de las milicias pro-gubernamentales, que habían atacado a los rebeldes un día antes. Algunos de los activistas, que condenaron el ataque de Hatlah, señalaron que ese acto destructivo de venganza demostró la falta de poder de los moderados entre los rebeldes para frenar a los extremistas.

Lo que no está en discusión es que varios batallones de rebeldes sunitas, incluidos los miembros de grupos islamistas extremistas, irrumpieron en Hatlah y en el vídeo -publicado en línea por los activistas contra el gobierno- podía verse establecer casas en llamas mientras gritaban consignas sectarias contra los chiitas y alawitas.

Los musulmanes chiitas en el Golfo, alarmados por la retórica sectaria de algunos clérigos sunitas después que Hezbollah entró en la guerra civil de Siria, temen ser culpados y volverse las nuevas víctimas del conflicto sirio; respetadas figuras religiosas sunitas han utilizado su autoridad para aumentar los argumentos sobre una lucha sectaria entre sunitas y chiitas en general. El influyente clérigo sunita, Youssef Al-Qaradawi, instó a los suníes a unirse a la yihad en Siria y su Asociación Internacional de Estudiosos Musulmanes -con sede en Qatar- ha pedido un "día de ira" para el próximo viernes; en Egipto, Salah Sultan, un predicador de alto rango del partido gobernante Hermandad Musulmana, calificó al chiita Hezbollah del “partido de Satán" en un sermón televisado a nivel nacional del pasado viernes.

El conflicto sirio comenzó como un levantamiento popular exigiendo derechos políticos, pero poco a poco ha adquirido un tono más sectario; a medida que el conflicto se militarizó, el gobierno sirio tomó medidas enérgicas contra los manifestantes sunitas y motivó que muchos se alzaran en armas –en su mayoría desertores del ejército- pero también atrajo a yihadistas de toda la región que vieron a la lucha como una oportunidad para impulsar su agenda. El apoyo y financiamiento de algunos Estados del Golfo los hizo cada vez más influyente en el campo de batalla, al punto de transformarse en referentes para los rebeldes laicos, pero también provocaron la contra reacción de los combatientes chiitas de Líbano e Irak que también entraron en Siria para defender los santuarios chiitas y luchar junto a un gobierno que consideran protege sus intereses.

El Ejército de Líbano dijo que respondería inmediatamente a cualquier nuevos ataques transfronterizos de los militares sirios después de un helicóptero artillado atacó la ciudad oriental de Arsal, una ciudad de mayoría sunita y donde la mayoría de los residentes apoyan firmemente la rebelión contra el presidente Al-Assad. En una inusual advertencia contra el gobierno sirio, un comunicado del ejército libanés precisó que "Las unidades del Ejército desplegadas en la zona de Arsal tomaron las medidas defensivas necesarias para responder inmediatamente a cualquier violación similar".

Un grupo de hombres armados mató a Ali Ahmad Hujeiri, hermano del prominente jeque salafista Mustafa Hujeiri de la ciudad Arsal en el Valle de Bekaa, mientras conducía por la ruta a Hermel. Grupos salafistas de Arsal se desplegaron en toda la ciudad para protestar por la muerte de Hujeiri pero no se registraron incidentes.

Que el ejército de Líbano haya advertido al gobierno sirio que responderá contra nuevos ataques -después de un helicóptero sirio atacó la ciudad libanesa de Arsal- es una señal de la gravedad que ha adquirido el conflicto sirio, luego de la inclusión de Hezbollah. El anuncio del Ejército libanés también coincidió con la aparición del vídeo que muestra a cerca de 60 chiitas masacrados, por rebeldes sunitas en Siria.

El empeoramiento de la violencia sectaria en Siria ya es una realidad y Líbano es la primera línea de contagio de este fenómeno. El Ejército de Líbano está mal equipado y normalmente mantiene una estrecha coordinación con su par sirio, pero los cambios en la guerra civil siria –de reclamos políticos a enfrentamiento sectario- modificaron esta relación entre ambas FFAA y dejando abierta la incógnita sobre cómo reaccionará el Ejército libanés si Damasco desafía su advertencia.



martes, 11 de junio de 2013

Aumentan los ataques a Líbano desde Siria


El Consejo Constitucional fracasó el martes en celebrar su reunió debido a la falta de quórum, lo que reduce la probabilidad del cuerpo de tomar una decisión sobre los últimos retos a la prórroga del mandato del Parlamento; la falta de quórum se produjo después de dos miembros chiitas del Consejo Constitucional y otro drusa no se presentaron a la reunión del mediodía del cuerpo de 10 miembros, que se divide en partes iguales entre cristianos y musulmanes. En un informe publicado por el diario panárabe Al-Hayat, el líder del Partido Socialista Progresista, Walid Yumblatt, señaló que la celebración de las elecciones en las actuales circunstancias sería "un acto de locura" y el ministro de Medio Ambiente interino, Nazem Khoury, también consideró que las elecciones no pueden ser llevadas adelante a la luz de la situación actual de la seguridad en el país.

Una bomba explotó en el Valle de la Bekaa ayer por la mañana dañando a dos camionetas, que según algunas fuentes de seguridad, estaban transportando los combatientes de Hezbollah a Siria. Ambos vehículos se dirigían hacia el Este, a través Taanayel, y levantaron sospechas cuando, en lugar de detenerse, siguieron la marcha a pesar de haber perdido la defensa; ambas camionetas cruzaron a Siria y expertos militares dijeron que la bomba pesaba 300 gramos y dejó un agujero en la carretera 30 cm de profundidad y 40 cm de ancho, probablemente detonada remotamente.

Varios cohetes lanzados desde Siria impactaron en la ciudad libanesa de Hermel, un bastión del grupo chií Hezbollah, matando al menos a una persona e hiriendo a varios otros; el incidente del martes fue el último de una serie de ataques transfronterizos con cohetes en zonas chiitas de Líbano. Ha habido un aumento en este tipo de ataques después que el ejército sirio logró infringirles grandes pérdidas a los rebeldes sirios, con la ayuda Hezbollah, en la ciudad de Qusayr y alrededores de Damasco.

Políticamente, la guerra civil siria y la rivalidad entre los partidos pro-y anti-sirio del Líbano han impedido la formación de un nuevo gobierno. Sin embargo, los adversarios de Hezbollah no son quienes se manifiestan en las calles de Beirut, el verdadero peligro para la Resistencia proviene de los grupos pro Al-Qaeda que operan en el norte y el sur de Líbano, y que pueden tomar represalias contra Hezbollah con ataques suicidas.

Lo que hace que la situación sea tan incendiaria es que ha habido un elemento de política añadido a las tensiones habituales entre las dos sectas: está en juego el Levante, una encrucijada tradicional de civilizaciones que ha sido alterada en su estructura de poder. La mayoría sunita de Siria es gobernada por chiitas y la mayoría chiita en Irak era gobernada por sunitas; la caída del régimen de Saddam Hussein cambió esta dinámica y el gobierno de Al-Assad severamente cuestionado, el equilibrio de poder se anuló y ambas sectas se sienten amenazados.

Hezbollah encabezó el ascenso de los chiitas libaneses de una clase inferior a la facción más poderosa del país, obligó a Israel a ponerle fin a su ocupación de 20 años del sur del país Líbano y formó un frente militar con Siria e Irán contra Israel y EE.UU.; ahora muchos libaneses ven que el líder de Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah, apoya a Al-Assad contra la insurgencia dominada por la mayoría sunita siria como un error de cálculo que arrastra a Líbano a la guerra civil de Siria, exacerbando los enfrentamientos en el propio Líbano y profundizando las divisiones preexistentes entre sunitas y chiitas en la región.


lunes, 10 de junio de 2013

Tour de Hezbollah en Siria: Aleppo


Tropas libanesas bloquearon las calles de Beirut con tanques y alambre de púas, por varias horas el domingo, después que un manifestante murió frente a la embajada iraní elevado las tensiones entre facciones internas por la guerra en Siria; el hombre murió durante un enfrentamiento entre grupos rivales de musulmanes chiitas, después que milicianos de Hezbollah abrieron fuego, cuando los manifestantes atacaron la embajada iraní, la señal más reciente de la violencia en Siria se extiende a los países vecinos. En Beirut, el ejército libanés se ha limitado a imponerse entre las facciones armadas con vehículos blindados y retenes para acordonar el centro de la ciudad y los barrios controlados por Hezbollah; pero el punto más importante es que las manifestaciones de diversos grupos -musulmanes sunitas y chiitas junto a cristianos- es en protesta por el papel prominente de Hezbollah en apoyo de Al-Assad.

Más adelante en el día, una manifestación contra Hezbollah en la ciudad de Sidón, atrajo a unas 10.000 personas -entre ellas unos 2.500 sirios- pero se llevó a cabo sin incidentes. Dirigiéndose a la reunión en el estadio de Sidón, y protegido por la policía y unos 750 agentes de seguridad del grupo Al-Jamaa Al-Islamiya -que organizó el evento- los oradores denunciaron el envío de cientos de hombres de Hezbollah para luchar junto a las fuerzas del régimen sirio contra los rebeldes. La protesta frente a la Embajada de Irán, fue organizada por el Partido Opción libanés, liderado por Ahmad Al-Asaad, un político chiita del sur de Líbano; mientras que la embajada se encuentra en Bir Hassan, un sector predominantemente pro-Hezbollah del distrito sur de Beirut.

El punto común que tienen las manifestaciones en Sidon y Beirut son los fuertes cuestionamiento internos –aun de algunos los sectores chiitas- sobre el rol activo de Hezbollah en la guerra civil siria, a favor del presidente Al-Assad y en contra de los rebeldes sunitas. Luego de la batalla de Qusayr, Hezbollah también podría desplegar a sus combatientes en Aleppo, si la situación no va bien para el ejército sirio; algunos comandantes chiitas reconocen que estaban entrenando a las fuerzas de Al-Assad y que “tal vez no nos van a necesitar”. Los combates en Qusayr, cerca de la frontera de Líbano, tuvieron una inusual ferocidad en la resistencia de los rebeldes y crecen las sospechas que algunos de estos elementos habrían recibido entrenamiento del grupo palestino grupo Hamas.

La operación para la recuperación de Aleppo comenzó el sábado al amanecer y su meta es desalojar a los rebeldes de la zona rural de Aleppo, las tropas sirias avanzaron hacia las ciudades de Hraitan, Kafr Hamra y Atareb, lo que permitió que el gobierno sirio retome Tal Shoahana, en el camino a Kafr Dael-Mansoura –según una fuente militar- y el ejército también cortó dos rutas que constituyen una línea de suministro clave, para el rebeldes en la ciudad de Andan. La batalla de Aleppo tiene como principal objetivo separar la ciudad desde el campo y cortarles las líneas de suministros de los rebeldes con Turquía y así debilitarlos antes de irrumpir en las zonas al interior de la ciudad, donde los rebeldes están atrincherados.

Los preparativos se produjeron cinco días después que el ejército sirio y Hezbollah volvieron a tomar Qusayr en el centro-oeste de Siria, un año después que la estratégica región había caído en manos de los rebeldes. Insurgentes y ejército se enfrentaban en la zona ladera de Maaret Al-Atiq, -en la zona de Al-Rashidine- al noroeste de la ciudad de Aleppo; los combates también se extendían por Al-Nubul y Zahra, dos enclaves chiitas rurales fuera del centro comercial de Aleppo. El Gral. de Bgda., Mustafa Al-Sheikh, ex oficial del ejército sirio y ahora comandante rebelde, señaló que "El objetivo es utilizar a las dos aldeas como bases de avanzada para hacer adelantos en Aleppo y su zona rural”.

Otro comandante rebelde del Ejercito Libre Sirio (ELS), indicó que ha aumentado el tráfico aéreo en dirección a Al-Zahra y Al-Nubul durante los últimos dos días, además precisó que intercepciones de las comunicaciones gubernamentales revelaron la presencia de combatientes de Hezbollah en la montaña Shweihneh -también en el noroeste- y adelantó que estaban resistiendo, pero carecían de municiones.

El Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo que la retirada planeada de algunas fuerzas de paz de la ONU de los Altos del Golán muestra que el Estado judío sólo puede confiar en sí mismo para la seguridad. Netanyahu hizo estas declaraciones el domingo, en un día de reuniones del gobierno después que Austria anunció que retiraba sus fuerzas de paz de la ONU en el Golán. Netanyahu dijo a los ministros que "el desmoronamiento de la fuerza de la ONU en los Altos del Golán subraya el hecho de que Israel no puede depender de las fuerzas internacionales para su seguridad."

El presidente sirio, Bashar Al-Assad emitió una fuerte advertencia a Israel, diciendo que en verdad está a favor de la apertura de un frente en el Golán y señaló que la resistencia no va a lanzar cohetes primitivos sin rumbo de vez en cuando, sino que llevará a cabo una resistencia bien planificada y continua, lo que lleva a pensar que Hezbollah tendrá alguna participación activa. También Al-Assad agregó que los ataques israelíes provocarán una respuesta estratégica, en lugar de una respuesta local, y que Hezbollah está involucrado en la lucha contra el enemigo israelí y sus agentes en Siria y Líbano; el presidente sirio vaticinó que el equilibrio de poder en Siria cambiará a favor del gobierno, “a pesar del hecho que los terroristas contrabandean combatientes y armas a través de todas las fronteras”.

A Yuval Steinitz, Ministro israelí de Asuntos Internacionales, Estrategia e Inteligencia, se le preguntó -en una conferencia con periodistas extranjeros- si los recientes éxitos de las fuerzas de Al-Assad contra los rebeldes podrían anunciar la victoria del líder sirio y el funcionario respondió que “con un fuerte respaldo de Irán y Hezbollah, podría ganar”. En junio de 2011, a sólo tres meses de iniciados los incidentes en Siria, el entonces ministro de Defensa, Ehud Barak, pronosticó que la caída de Al-Assad era "cuestión de semanas"; meses más tarde, con la guerra civil en pleno desarrollo, un alto funcionario israelí dijo que Barak había estado tratando de “alentar a los enemigos de Al-Assad para acelerar su derrocamiento”, pero ahora el gobierno de Netanyahu parece más prudente.

El número de automóviles y camiones bombas utilizadas en la guerra de Siria se ha disparado este año, lo que refleja la ampliación de la guerra y la creciente influencia de los militantes islámicos sunitas en el conflicto; los coches bomba se convierten en un símbolo de conocimiento que fluye en el país -que no es de cosecha propia- y creciente poder sumado a la sofisticación de los explosivos improvisados, no significan necesariamente una creciente presencia de Al-Qaeda. Si los rebeldes sirios están recurriendo a los ataques suicidas es porque no tienen buenas opciones y eso es una mala señal para la situación de los rebeldes.

Qusayr representó una prueba en la que se midieron las capacidades de combate de Hezbollah en varios puntos estratégicos: en primer lugar, la organización puso a prueba la cohesión de su base popular y la confianza de éste en las importantes decisiones adoptadas por sus dirigentes; y en segundo lugar, las unidades de combate de la resistencia, por primera vez libran una batalla contra fuerzas similares, impulsadas por una matriz ideológica-religiosa y que utilizan de gran parte de las mismas tácticas de combate del grupo chiita. El liderazgo militar del partido está siendo alabado por haber demostrado su capacidad de aprender en el fragor de la batalla y adaptarse militarmente a los acontecimientos sobre el terreno.

El actual problema que enfrenta el Levante es que algunos países podrían quedar fragmentados. El peligro inminente que amenaza a Siria, Irak, Líbano, Yemen y Libia no puede considerarse como el fruto de la “Primavera Árabe”, ya que las actuales divisiones que dejan a muchos países árabes al borde de la guerra civil, son de base sectaria-étnica. Los árabes hoy en día son hermanos y enemigos al mismo tiempo. Cada subgrupo esgrime su identidad religiosa o étnica para afrontar al resto de los grupos en una guerra en la que todos van a perder. Los árabes han perdido su identidad nacional unificadora -que solía estar por encima de la religión- y la falta del panarabismo está siendo suplantado por las rivalidades sunita-chiitas.


viernes, 7 de junio de 2013

El Ejécito de Líbano: arbitro involuntario


Dos familias rivales, el clan salafista Heijar y el clan chiita Nashar, se enfrentaron nuevamente en el área de Old Souk, en Trípoli; las dos partes emplearon granadas propulsadas por cohetes y armas automáticas, dificultando los esfuerzos del Ejército para poner fin a los enfrentamientos que además se vio obstaculizado por las estrechas callejuelas que conducen al punto de choque. La reanudación de los combates entre los dos bandos, se produjo después que los militares libaneses denunciaron complots contra Líbano y advirtieron sobre la posibilidad de ser arrastrados a la guerra contra Siria; posterior a la declaración, el ejército libanés estableció puestos de control en los accesos a Trípoli, así como en las principales avenidas de la ciudad, y adelantó que se cumplirá ley con la fuerza.

El Ejército libanés advirtió hoy que estaba en marcha un complot para enredar al país en el conflicto sirio, con enfrentamientos entre partidarios y opositores de Damasco dentro de Líbano. Esta declaración es la más fuerte emitida por el Ejército libanés, en todo el levantamiento contra el régimen de Al-Assad y se produjo un día después de que soldados fue atacado en Trípoli, así como en los distritos de Jabal Mohsen y Bab Al-Tabbaneh.

Por otra parte, la cúpula del Ejército aseguró que había intervenido fuertemente en Sidón para evitar un aumento de los incidentes relacionados con los acontecimientos de Siria, y en otros barrios de Monte Líbano, donde los milicianos abrieron fuego para celebrar los avances del gobierno sirio. Además, aseguró que se sigue rastreando a los culpables del crimen que dejó dos soldados muertos en Ersal. El Ejército mantiene operaciones de estrictas medidas de seguridad en: Trípoli, Sidón, Beirut, Biqaa y Monte Líbano.

El canciller libanés, Adnan Mansour, dijo que su país se había opuesto a la reciente declaración de la Liga Árabe -que condena el papel de Hezbollah en Siria- y minimizó la importancia de la reunión del órgano regional; Mansour sostuvo que la declaración de la Liga Árabe fue injustificada, ya que “más de dos docenas de países estaban interviniendo en Siria y cuando lo que hace Hezbollah es para defender a los libaneses que estaban en las ciudades de las afueras de Qusayr".

El Ministro de Interior, Marwan Charbel, mantuvo una reunión ayer en la oficina del comandante de las Fuerzas de Seguridad Interna Regional Distrito Norte, Gral. de Brd. Mahmoud Annan, en Trípoli. La reunión estableció un plan de seguridad en etapas, además Charbel destacó que el Ejército libanés está decidido a seguir adelante con la aplicación del plan de seguridad conjunto, a pesar de las dificultades sufridas, y precisó que el despliegue militar lleva 48 horas. Charbel también sostuvo una reunión con el Encuentro Nacional Islámico en Trípoli, al finalizar el ministro hizo hincapié que “el Ejército libanés se encuentra a igual distancia de todos los lados”.

El Primer Ministro interino, Najib Mikati, precisó que el Ejército libanés no dudará en abrir fuego contra los hombres armados que participan en los combates en Trípoli ya que el “Ejército responde sin vacilar a las fuentes de fuego de cualquier lado, porque los residentes de la ciudad tienen derecho a vivir en paz”. Adicionalmente, Mikati dijo que el Ejército no necesita cobertura política para sus acciones, ya que “las órdenes se han dado a todas sus unidades desplegadas en Trípoli para preservar la seguridad de manera justa y de una manera equilibrada”.

La participación de Hezbollah en la guerra civil siria está agotando las relaciones del grupo con sus seguidores libaneses y está poniendo a prueba su capacidad para mantener su dominio interno frente a los grupos armados sunitas. Pero las críticas a Hezbollah siguen siendo raras en los bastiones del grupo, pero algunos críticos han salido por los medios de comunicación en los últimos días expresando el malestar en la participación de Hezbollah en Qusayr y el temor sobre posibles represalias de grupos sunitas contra civiles chiitas dentro de Líbano.

La situación interna es actualmente muy peligrosa. Las fuentes de Inteligencia del Ejército, Fuerzas de Seguridad Interior -Sección de Información, Seguridad General y de Seguridad del Estado- están siguiendo de cerca los movimientos y contactos de los grupos sectarios armados; pero el aparato de seguridad se limita a recopilar información sin perseguir a los criminales, detenerlos y juzgarlos, ya que el poder político obstaculiza las acciones.

El Ejército tiene que mantenerse alejado de los cálculos políticos, con el fin de restablecer su posición de seguridad y tomar decisiones decisivas para proteger al país de futuros desastres: pero el Ejército está llevando a cabo varias tareas, tal vez demasiadas pesadas, y ha comenzado a perder su prestigio y distinción.


jueves, 6 de junio de 2013

Posposición de las elecciones: no culpen a Siria


El Parlamento de Líbano votó a favor de retrasar las elecciones, que habían sido programadas para el 16 de junio, por al menos 17 meses. Es la primera demora desde el fin de la guerra civil de 15 años y la medida que autoriza la suspensión hasta 2014 se debió a la incapacidad del Parlamento para acordar una nueva ley electoral y al deterioro de la seguridad en el país, vinculada a la crisis en Siria.

La prórroga de la votación parlamentaria obligó al Primer Ministro designado, Tammam Salam, a iniciar nuevamente las consultas con los partidos rivales sobre la formación del nuevo gabinete sobre la base de un gobierno, cuyos ministros conformen un equipo de trabajo homogéneo, que sirva los intereses nacionales del país. Salam dijo tras la decisión de ampliar el mandato del Parlamento, que ahora el objetivo principal debe ser la formación del nuevo gobierno ya que “la fase anterior estaba centrada en la aprobación de una ley electoral de consenso y luego de llegar a un acuerdo sobre la ampliación del mandato del Parlamento. Ahora, esta excusa ya no está presente y el país no puede quedarse sin gobierno"; el PM interino confía que los grupos políticos podrían llegar a un rápido acuerdo sobre la formación de un gobierno.

La sesión donde se llevó a cabo la votación en la que se extendió el plazo del parlamento duró 10 minutos, lo que indica que incluso antes de la escalada de violencia en Líbano, los partidos políticos estaban profundamente divididos sobre los cambios a la ley electoral y que ya habían pospuesto la fecha de las elecciones previstas para este mes. El sentido de aplazar la fecha de las elecciones, junto con el hecho que el PM interino Salam no haya podido formar un gobierno después de dos meses de negociaciones, ha dejado una sensación de vacío político en Líbano en momentos que el país que lucha contra la desaceleración económica y una marea de refugiados sirios.

En esta ocasión, el presidente del parlamento Nabil Berri, no pudo sacar un conejo de su sombrero, lo que deja a Líbano en medio de un estado de caos político que compite con el caos de la seguridad luego que las regiones del noreste y el oeste del país, comenzaron a experimentar enfrentamientos derivados de la guerra civil siria. Los políticos -al menos, la mayoría- parece que han abandonado el principal problema que los ocupaba: ponerse de acuerdo sobre una ley electoral que garantice la competitividad y el consenso nacional y religioso. Su enfoque en cambio, ha sido en la prórroga del mandato del parlamento.

No es de extrañar que la mayoría de los políticos que proponen la idea de extensión ahora, son los mismos personas que se beneficiaron de la época de la tutela siria y que aprendieron muchos trucos de manipulación que pueden ser empleados contra el sistema político del país y la constitución: utilizan la situación de seguridad imperante causado por la guerra de Siria para justificar la actual extensión. Mientras que el dúo chiita (Hezbollah y Amal) podría beneficiarse de la inmersión de Hezbollah en el pantano sirio, la principal facción drusos hace suya la prolongación del mandato del Parlamento, ya que quiere mantener su papel como eje político. Esta función le permite a los drusos cambiar de lados, manteniendo el equilibrio de fuerzas necesario para salvaguardar la perpetuación de ese papel mientras que la principal facción sunita, por otro lado, favorece la extensión como un medio para impulsar y organizar su "maquinaria electoral” que pudo transportar a miles de votantes expatriados en las elecciones de 2009.

Cuatro años de fracaso no impidió que los miembros del parlamento libanés aprobasen el viernes una extensión de su mandato por 1 año y 7 meses, después de 6 meses de tercas negociaciones entre los bloques políticos por una nueva ley electoral que tanto necesita la sociedad -que se suponía que iba a ser más democrática y equitativa- pero que se redujo a un intercambio de acusaciones, insultos e improperios entre los legisladores de acuerdo a su grado de participación en la guerra civil siria. Lo más curioso del tema es que todos los partidos políticos –aun sabiendo que era un que las elecciones no se llevarían a cabo- presentaron sus listas de candidatos en la fecha límite y cuando se le pregunta el por qué, los parlamentarios dicen que "todo el mundo está siendo demasiado cauto para no caer en una trampa política”.

Así que todo el acuerdo, respecto a posponer las elecciones, es sólo una consecuencia del nivel insoportable de desconfianza mutua entre los líderes del Líbano. Con Hezbollah ocupado en Siria, los líderes sunitas no se sienten seguros sobre que podrían funcionar tan bien como lo hicieron en 2009, y los líderes cristianos están divididos sobre los verdaderos intereses de sus sectas.

El Parlamento fue elegido por los diferentes partidos y sectas, como escenario para alterar los fundamentos de su sistema "democrático" y estatal, la clase política trató temas sensibles sin el debido respeto al derecho y al Estado. Los insultos y el desprecio de los distintos partidos destruyeron al Estado libanés al privarlo de instituciones –parlamento, gobierno, ejército para la Defensa Nacional, poder judicial y las agencias de seguridad- capaces de afrontar el actual escenario de inestabilidad y caos. No existe un poder central que garantice la seguridad del territorio libanés, frente a los derrames de la guerra civil siria, por lo que el Estado libanés es una construcción simbólica.

Los argumentos presentados por los defensores de la prórroga del mandato del Parlamento giran en los círculos musulmanes alrededor de la crisis siria y sus ramificaciones políticas y de seguridad; mientras que los grupos cristianos, se centran en la desigualdad que sufrieron bajo la Ley de 1960. Combinados, estos argumentos llevan a considerar que las elecciones se celebrarán cuando ambos círculos se sientan seguros -dejando de lado su lealtad a la democracia de Líbano- y cuando la situación externa, ya sea Siria o la influencia árabe regional, así lo permitan. No hace falta decir que la celebración de las elecciones en el futuro cercano reactivaría la economía del país y sacarían a la sociedad de la actual incertidumbre derivada del vacío de poder existente.


miércoles, 5 de junio de 2013

Hezbollah y la apuesta al caballo equivocado


Desde el 4 de junio, el ejército de Al-Assad controla todas las conexiones por carretera de la capital y sus distritos occidentales, también ha despejado a las fuerzas rebeldes fuera de las áreas al oeste de Damasco -región Zabadni hasta la frontera libanesa- y al noroeste, Hezbollah y las unidades sirias han endurecido su cerco a los rebeldes resisten en el sector norte de Qusayr, mientras que otras unidades han completado la recuperación de los alrededores de Hama, y una tercera fuerza combinado sirio-Hezbollah, tomó posiciones alrededor de Aleppo.

La ofensiva que viene, que podría ser en los próximos días, es probable que enfrente cara a cara a las fuerzas israelíes con unidades de Hezbollah -ahora equipadas con armas pesadas y misiles autopropulsados- en movimiento a lo largo de la frontera sirio-israelí, en los Altos del Golán. La Inteligencia israelí estimó que el campo de batalla sirio debilitaría la fuerza de Hezbollah, pero ha sucedido todo lo contrario, un brazo de Hezbollah se despliega actualmente fuera de Deraa -capital de la provincia Horan- con los refuerzos están fluyendo desde Líbano, Hezbollah y las unidades sirias se están preparando para ocupar la zona rural de Horan rural y llegar a la frontera israelí a través del Golán sirio.

Louay Meqdad, el portavoz del Ejercito Libre Sirio (ELS), informó que más de 4.000 combatientes de Hezbollah han llegado a Aleppo, como parte de los preparativos militares para retomar la ciudad controlada por los rebeldes; de acuerdo con Meqdad, la participación militar de Hezbollah en Siria demostró que las fuerzas del gobierno no pudieron hacer frente a los rebeldes por sí mismos y vaticinó que la participación de Hezbollah en la batalla de Aleppo no afectará el equilibrio de poder, ya que las fuerzas rebeldes están bien atrincherados en sus posiciones.

El Gral. Selim Idriss, jefe del ELS, dijo que los combatientes de Hezbollah estaban "invadiendo" Siria y que Líbano no estaba haciendo nada para detenerlos, además precisó que "En la actualidad hay un gran número de combatientes de Hezbollah en Siria, en Qusair, en Idlib, en Alepo, en Damasco, y puedo decir que en todo el país; la cadena de TV de Hezbollah, Al-Manar, informó de un colapso generalizado de las fuerzas rebeldes en Qusayr, sin embargo los informes no muestran las imágenes de la ciudad, ni los detalles de la supuesta victoria y una noticias similar se hizo hace dos semanas.

Las fuerzas sirias lanzaron un ataque aéreo sobre la ciudad libanesa de Arsal, el informe desde el lugar señala que los helicópteros tenían como objetivo una casa propiedad de la familia Al-Hujairi. El ataque fue condenado por el presidente libanés, Michel Sleiman, quien instó a Siria a "respetar la soberanía de Líbano y no poner en peligro a sus ciudadanos."

El bloque parlamentario del opositor Movimiento Futuro, criticó lo que llamó "el papel peligroso y criminal de Hezbollah" en Siria, advirtiendo que la vida política y la seguridad en Líbano no se normalizarán hasta que el grupo se retire del vecino país; en el comunicado, el Movimiento advirtió que la fuerte participación de Hezbollah en la guerra civil siria podría tener consecuencias graves y negativas en Líbano y en los libaneses que trabajan en los Estados árabes del Golfo. El sheik Naim Qassem, funcionario de Hezbollah, respondió al Movimiento del Futuro argumentando que ese partido “está tratando de establecer algunas reglas nuevas. Pero este movimiento se ha olvidado que no está en condiciones de distribuir los roles o decir quién debe o no debe estar en el gobierno.”

La dinámica entre lo interno y lo externo, son diferentes en esta ocasión. La guerra civil siria plantea una amenaza para Líbano en virtud de su fuerza, y ahora lo hace a causa de su debilidad. La guerra entre el régimen alawita de Bashar al-Assad y la insurgencia sunita, con sus raíces más fuertes en el Norte y Este de Siria, ha sido rectificada desde la primavera de 2011; la ola de refugiados sirios, aumentada de la mano de la violencia en el terreno, plantea dos grandes problemas para Líbano: primero es sumamente costoso para Líbano alojar a tanta gente; y segundo, algo mucho más peligroso, es que la mayoría de los refugiados sirios son sunitas, y su presencia cada vez más aumenta la ansiedad de no sunitas en Líbano, especialmente los chiitas. Demografía y política están más estrechamente entrelazadas en Líbano que en otros países, y si la guerra en Siria se prolonga más la paz en Líbano será alterada por este cambio demográfico.

Pero hay fuerzas más peligrosas en el juego. Irán y Hezbollah, los aliados más cercanos de Al-Assad, están decididos a salvar a su régimen. A su juicio, la guerra civil de Siria es parte de una lucha entre sunitas y chiitas más amplia en la cual los Estados árabes sunitas -principalmente Arabia Saudita y Qatar- han decidido derrocar a Al-Assad como parte de su objetivo mayor, debilitar a Irán. Desde la perspectiva de Hezbollah, sería un mal resultado, ya que Irán es su patrocinador principal y Teherán usa a Siria como un conducto para el suministro de las fuerzas de Hezbollah.

Hezbollah está respaldado por las armas y el dinero de Irán, por lo que está plenamente comprometido en el campo de batalla, pero el cambio más importante es no tratar de proteger a los pueblos a lo largo de la frontera libanesa sino que está librando la batalla junto a las fuerzas del gobierno sirio y parece dispuesto a mantener bajas y asumir las consecuencias. Hezbollah no es el único grupo chiita externo que opera en la guerra civil de Siria. Las Brigadas Fadl, compuestas por militantes chiitas iraníes capacitados de Irak, son un signo visible de la preocupación de Irán por el curso de la lucha siria a la que percibe como una batalla por su supervivencia contra los sunitas en primer lugar, pero también contra Israel y EE.UU., que intentan su derrota mediante sanciones económicas impuestas y ataques a su programa nuclear. Irán no se ha comprometido oficialmente con tropas, para eso dispone de Hezbollah y las Brigadas Fadl.

El espacio se está agotando en la zona del sur de Beirut, donde Hezbollah entierra sus muertos en la guerra, testimonio del alto precio que el movimiento chiita está pagando por su apoyo directo al presidente sirio en la guerra civil; Hasan Nasrallah, líder del Hezbollah, ha llamado a una "nueva etapa" para el movimiento, con esta decisión el enfoque de Hezbollah ha girado de la lucha contra Israel a la lucha contra otros musulmanes en Siria. La decisión Hezbollah, es una apuesta arriesgada, ya que busca asegurar la supervivencia de su eje de apoyo para armas y fondos, pero pondrá en riesgo su base de apoyo chiita libanesa y su imagen de defensor contra Israel.

En el barrio de Nabaa de Beirut, Mohammad Hajj Hasan, un político chiita, se reunió con otros "chiitas independientes" y representantes de los partidos rivales; bajo estricta vigilancia armada, se discutió cómo proner una oposición válida y evitar que los chiitas del país sean política y socialmente aislados, en la reacción contra la participación de Hezbollah en el conflicto sirio. Charbel Eid, representante del partido Fuerzas Libanesas, mayoritariamente cristiano, señaló que el apoyo de Hezbollah de los cristianos y aliados drusos, podría retirarse no de manera inmediata pero si en meses.

Nasrallah no está luchando por Líbano y mucho menos por Palestina, ahora él está luchando por sí mismo, por Hezbollah, por Al-Assad e Irán. Nasrallah se convirtió en el hombre más admirado en la región, pero su narrativa actual resulta poco clara y la utilización de la palabra “Israel” en cada oración no asegurará adhesiones instantáneas en el mundo árabe, ya que combatir en Siria no tiene nada que ver con Israel y la gran mayoría de los árabes lo saben muy bien.